Por: Ricardo Durán
Esta ciudad cierra sus puertas como otras ciudades ya lo hicieron
Hay en ella, una sociedad en crisis, así comienza
repetida la decadencia de nuestra civilización.
Todo es mitad y mentira,
y la parte real se guarda
en cadenas políticas ¡manipuladores!
Horror, inseguridad, locura,
gel anti-bacteria, tapa-bocas, calles desiertas.
(La epidemia de Florencia en el año 1348
acabó con la moral de sus habitantes,
todo esto se hizo goce transgredido
de lo sexual)
¡Repitámoslo!
Estos años que vivimos nosotros,
después del 2 mil
las redes sociales escandalizan con sus ideas infundadas,
sus noticias falsas, ¡ya nada es tan real!
Estamos a días de resguardarnos en casa,
olvidándonos.
Se pierde la esperanza y
se gana la incertidumbre,
histeria y ociosidad
El calor avanza (por nuestro descuido, tierra)
Bajó el índice de sismos, la tierra se calma
Graniza en tiempos de primavera
La gente común se aparta de la vida social,
se aleja de las calles, transportes públicos
Han cancelado ya, los eventos culturales,
las ferias, los mítines
y las escuelas cerraron
Esta comunidad rechaza un virus
del que sus síntomas
son iguales a las de una gripe ¿cómo reconocerlo?
Queremos evitar la muerte por fiebre,
el dolor de cuerpo, los mocos y la tos;
mientras los más afortunados
hacen dinero utilizando las técnicas
aprendidas en las escuelas de economía
“China le hace una guerra comercial a Estados Unidos,
suelta la enfermedad distractora al mundo”
Al final, el país asiático, es más rico
Aquí estamos, encarcelados
en nuestra propia desesperación,
esperando, solos, la muerte por hambre