
Arthur Schopenhauer (1788-1860) estudió historia, medicina y filología clásica antes de dedicarse al mundo de la filosofía. Su estilo de escritura se acerca más al ensayo literario por la manera clara y fluida de presentar las cosas. Sin embargo, su lugar se encuentra en la filosofía. Algunos estudiosos etiquetan la obra de Schopenhauer dentro del paradigma del pesimismo filosófico y otros la colocan en los estudios del idealismo.
En sus obras se encuentran influencias de otros pensadores, como Platón, Kant y Spinoza. Sus libros cumbre son El mundo como voluntad y representación, y Los dolores del mundo, éste último se caracteriza por reflexiones breves, profundas y, en ocasiones, cómicas, como la que presentamos, pues intenta definir el matrimonio de una manera cruel, cruda y burda:
¿Qué cosa es el matrimonio?
Una acechanza que nos tiende la naturaleza. Cuando no se tienen ilusiones, el matrimonio se presenta como la ventaja de ser cuidado durante la vejez. Pero también es preciso hacer ver los inconvenientes del matrimonio: gastos, cuidado de niños, caprichos, vejez y fealdad de algunos años, engaños, adulterios, ataques de histerismo, amantes y el diablo y el infierno. Baltasar Gracián llama al hombre de cuarenta años un camello, porque tiene mujer e hijos. Los jóvenes, al casarse, se convierten en la bestia de carga de su mujer. El hombre casado carga con todo el peso de la existencia. El soltero, únicamente la mitad. El que se consagre al arte tiene que tomar partido por este último. El filósofo necesita disponer de su tiempo. Todos los grandes poetas casados fueron infelices. El mismo Shakespeare llevó cuerno por partida doble. De aquí que los hombres sensatos y prudentes se nieguen a contraer este pacto tan desigual.
Arthur Schopenhauer