Por: Andrea Castillo Pacheco
Efraín Huerta (1914-1982) es conocido principalmente por su vasta y prolífica obra poética, que abarca casi medio siglo. Su poesía se fue transformando paulatinamente. Empezando con una poesía colérica, vehemente, amorosa, incauta, erótica. Para después reflejar en sus versos a la Ciudad de México, que se convierte por primera vez en un personaje colectivo y es retratada sin ningún tipo de complacencia.
Huerta también sería el poeta más popular de su generación por su actitud política. Escribió con diversa fortuna poemas de contenido social. De entre ellos, algunos que intentaron condenar el imperialismo o celebrar los avances del socialismo.
Pero sobre todo, sería el poeta mexicano que más se reiría, desde el humor sano hasta la ironía mordaz. No siempre el sentido del humor es propio de la juventud. Por lo que Huerta no fue un poeta melancólico o triste, sino todo lo contrario, buscaba la luz. Se obsesionó con el alba –el momento de indecisa luz que desemboca en la claridad–, y se puebla de quienes están al margen de las actividades diurnas, y habitan el espacio público durante la noche: obreros, periodistas, prostitutas, poetas; “son los que tienen en vez de corazón / un perro enloquecido”. Esa luz pura, fría, dura, esa luz que deja entrar la oscuridad humana o urbana en el amor.

Por último, Efraín Huerta comienza el tercero y último periodo de su obra con la invención de un artefacto verbal que enriqueció las posibilidades expresivas del castellano, el poemínimo. Poema breve, de intención lúdica, que lo mismo emplea recursos de la cultura letrada que de la tradición popular. Cercano a la humorada, la greguería, la oda elemental, el antipoema o al epigrama clásico, el poemínimo da espacio al gozo erótico, al autoescarnio, a la denuncia social, a la crítica moral o estética. .
En Estampida de poemínimos (el número 18 de la colección de Los libros del bicho de Premiá editora de libros), Efraín escribió:
Creo que cada poema es un mundo. Un mundo y un aparte. Un territorio cercado, al que no deben penetrar los totalmente indocumentados, los censores, los líricamente desmadrados. Un poemínimo es un mundo, sí, pero a veces advierto que he descubierto una galaxia y que los años luz no cuentan sino como referencia, muy vaga referencia, porque el poemínimo está a la vuelta de la esquina o en la siguiente parada del Metro. Un poemínimo es una mariposa loca, capturada a tiempo y a tiempo sometida al rigor de la camisa de fuerza. Y no la toques ya más, que así es la cosa. La cosa loca, lo imprevisible, lo que te cae encima o tan sólo te roza.
Efraín Huerta
Primero, hubo cierto desconcierto; después, cierta agitación. Medio calmados los ánimos, los poetas —sobre todo los poetas jóvenes— se dedicaron a copiarlos, a imitarlos, con la peor fortuna. Pues el poemínimo parece facilísimo (cualquiera lo hace), pero los imitadores descubrieron que era endemoniadamente difícil.
Hacerlo requiere de una espontaneidad diferente a la del meditado epigrama, y de un maligno toque poético que lo coloca a cien años de luminosa oscuridad del hai-kai (haikú); tampoco es un aforismo ni un apotegma ni un dogma.
José Emilio Pacheco y Carlos Monsiváis los comprendieron desde el primer puñetazo —golpe artero, descontón— de vista. Otros, amigos y enemigos, los elogian por inercia y tratan enfermizamente de imitarlo. ¡Imposible! El poemínimo es imaginario, locuaz, humorístico, irónico, intransferible, imposible de duplicar y por estas razones compartimos 10 poemínimos fundamentales de Efraín Huerta:
TANGO
Hoy Amanecí Dichosamente Herido De Muerte Natural
ALTURA
Estoy Exactamente A Un metro Con 74 centímetros Sobre El Nivel Del mal
EL CÓMICO
Regularmente Hago Una Vida Bastante Irregular
CON PASIÓN
Y así Le dije Con desolada Y cristiana Bondad: Desnúdate Que yo Te Ayudaré
DISTANCIA
Del Dicho Al Lecho Hay Mucho Trecho
PROTAGÓRICA
El Hambre Es La medida De todas Las Cosas
REDIL
Como Buena Oveja Descarriada Que soy Me vendo Bien Al mejor Pastor
LA CONTRA
Nomás Por joder Yo voy A resucitar De entre Los Vivos
SALVAJEZ
Todos Los lunes Descubro Que llegué Muy tarde A mi Fin De Semana
PUES SÍ
Hablando Se Enciende La Gente